Un día dejó el intenso ritmo de la gran ciudad y optó por la quietud pueblerina. Dejó la capital provincial y se radicó en Mones Cazón, donde formó su familia y desarrolló diversas actividades. No fue nada fácil el cambio y la adaptación a un ámbito absolutamente diferente al de la ciudad de las diagonales donde vivió su niñez y adolescencia.
Tiene ganas de retornar a su terruño natal. Si hasta sueña con su añorado barrio de la catedral platense, pero al mismo tiempo -hoy formando parte de la clase pasiva- no deja de valorar la siembra y el cultivo hecho en el suelo monescazonense, donde se desempeñó como empleado de la sucursal del Banco Nación, preceptor titular en la Escuela de Enseñanza Media nº 2 “Manuel Belgrano”, Ministro de la eucaristía en la Parroquia San José y fotógrafo social y deportivo.
En la faz periodística fue corresponsal del diario La Opinión de Trenque Lauquen y de la revista Redes, comentarista en LT22 de Pehuajó y LU11 de Trenque Lauquen con los maestros José Pérez Gegena y Juan Carlos Mascheroni, siendo además corresponsal de La Opinión de Pehuajó, La Voz del Oeste y semanario Realidad de Pehuajó.
En la faz comunitaria, Chavero ha participado como cooperador en todas las instituciones docentes, siguiendo la educación de mis hijos y en la actualidad se desempeña como tesorero del Centro de Jubilados de Mones Cazón y vocal en el directorio de la Cooperativa de Agua Potable de Mones Cazón Ltda.
RECUERDOS Y EXPERIENCIAS
Al recordar su desempeño laboral en la capital de la provincia, señala: “Trabajé en como supervisor en una fabrica de no ferrosos, en Berazategui, y como empleado por reunión en el hipódromo de La Plata. Y mi última actividad fue de gestor administrativo en una empresa familiar”.
Luego vino la decisión de emigrar de La Plata. “El 25 de mayo de 1971 vine buscando otras alternativas a Mones Cazón ingresando al Banco de la Nación, un 5 de junio de 1971”. Más tarde vendría su incursión en el ámbito docente, realizando paralelamente las tareas de periodismo y fotografía.
Aquí formó su familia. Contrajo matrimonio con Ernestina Jaume, de cuya unión nacieron Francisco Javier y Silvia Andrea, Celia Inés e Eliana Carolina, quienes le dieron los nietos (Federico, Sebastian, Margarita, Pedro, Manuel, Luana, María Paz, Jenaro y Juan Francisco) que hoy llenan sus días de felicidad.
En la charla, Francisco remarca el impacto que implicó radicarse en el interior bonaerense. “El ritmo de trabajo que tenia en La Plata fue como conducir a 180 a 40 km por hora”. Precisamente, de la vida dinámica y cambiante a un mundo de absoluta tranquilidad, requería buscar otras actividades.
“Eso me llevó a relacionarme con Foto Romero en Pehuajó, quien me enseñó y equipó para trabajar en Mones Cazón con la fotografía de carnet y sociales”. Se abrió una alternativa que durante muchos años ejerció con suma dedicación y esmero, siendo además un complemento acorde a las tareas periodísticas que adicionó con la misma responsabilidad,
Entrar en detalles y en recordaciones puntuales sería sumamente extenso. Vivencias y experiencias de toda índole en 48 años de permanencia en Mones Cazón. Su balance es positivo y enriquecedor.
RELACIONES HUMANAS Y SERVICIO COMUNITARIO
“Tanto el Banco como la escuela me llevaron a producir un contacto con la mayoría de lo habitantes de la localidad, de todas las clases sociales”, acota complacido y remarca: “Con los clientes surgieron infinidad de amigos y con los padres de todos mis alumnos charlaba siempre. Salió la escuela a la calle y no ver todo detrás de un escritorio”.
En el intenso trajinar de Chavero hay un accionar comunitario muy especial, que evidentemente ha dejado huellas. “Mi relación con la iglesia, participando en cuanta celebración podía. Me dejó muchos amigos y conocidos permitiéndome estar en todo tipo de habitante”.
Intercambiando recuerdos y distintos momento, sobre el final de la charla Francisco refleja su nostalgia por la niñez y los años juveniles. “Extraño mucho mi ciudad natal, lugar donde se nace jamás se olvida. Allá deje mis amigos del primario en la escuela anexa Joaquín V. González y de la Escuela Industrial Albert Thomas que me dio el titulo de técnico en automotores”, acota con natural emoción.
“Allá en La Plata, tengo toda mi familia o el resto que queda. Ahora mis nietos van a estudiar y cuando puedo me hago una escapada. Sueño con mi plaza Moreno, la catedral, mi barrio de 46 y 15”, enfatiza.
Y en Mones Cazón sigue su vida junto a sus seres queridos e innumerables afectos. Si bien tuvo oportunidad de dos traslados a otras sucursales bancarias, ambas fueron descartadas. “Preferir quedarme y aquí estoy dando una mano donde me llamen”, concluye.
PING PONG
-¿Un deseo?: "Radicarme en La Plata".
-¿Un recuerdo?: "Mi juventud la década del 60".
-¿Una gratitud?: "La amistad".
-¿Una ingratitud?: "No recuerdo ingratitudes".
-¿Un ídolo?: "Mi madre".
-¿Un libro?: "De los Apeninos a los Andes".
-¿Un rencor?: "No tengo rencores".
-¿Un amor?: "Amor por mis compañeros de secundaria del Albert Thomas".
-¿Una fotografía?: "La foto de mis nietos".
-¿La escuela secundaria?: "Todos los alumnos que me trataron".
-¿El Banco Nación?: "La gran amistad con mis actuales y ex compañeros de trabajo"
-¿La Plata?: "El club de mis amores, Gimnasia y Esgrima".
-¿Mones Cazón?: "Mis canarios".
-¿Francisco Chavero?: "Haber sido buena persona y educar con el ejemplo. Espero que muchos alumnos sigan mis consejos. Así me reconocen y junto con mis hijos es mi mayor satisfacción”.
UNA LUZ EN EL CAMINO
Ernestina, la esposa de Chavero, es hija de Sebastian Jaume, quien diera continuidad al servicio de colectivo "La Luz", creado por Manuel Berrocal en 1933 dándole ese nombre en homenaje a su esposa Luz Galán, para el recorrido Mones Cazón-Pehuajó, en aquella época por el recordado camino del boliche de Pianca.
A propósito de este medio de transporte Ernestina, en declaraciones periodísticas, recuerda que su padre unía Mones Cazón con Pehuajó pasando por Albariño, Alagón y La Blanqueada. Entre otros recuerdos, rememora que una ocasión el señor Arrechavaleta, propietario de la estancia "La Cecilia", le pidió a Jaume si no podía pasar por ese establecimiento rural para llevar a los empleados a Pehuajó y a los niños a la escuela."Mi padre -recuerda Ernestina- lo hizo muy gustoso, como siempre era su forma de ser, y a los niños escolares nunca les cobró".
Cuando comenzó a trascender que una línea nacional de transporte automotor de pasajeros entraría a Mones Cazón, Don Sebastian no quiso continuar con la prestación del servicio. Pasaron los años, la línea nacional comenzó su servicio, pero “La Luz”, encendida en 1933, sigue vigente. En la actualidad a cargo de Miguel Mendez.
Bienvenida la recordación en este día de cumpleaños de Mones Cazón, propicio para ratificar el reconocimiento a todos los pobladores, en distintas etapas y durante 109 años, brindaron sus esfuerzos para satisfacer necesidades de su amado pueblo,