El pasado 15 de octubre se apagó la vida del convecino Tomás Aníbal Recarte Tiscornia. Tenía 95 años y nunca dejó de cultivar su pasión por la docencia, la literatura, las artes plásticas, las artesanías y la numismática. Fue empleado bancario y maestro egresado de la Normal.
Su legado a la cultura pehuajense es de imponderable valor. En sus creaciones artísticas, en sus producciones literarias y en sus colecciones de medallas, monedas y billetes, Pehuajó ocupa un lugar prioritario.
Coherente en sus convicciones y firme en sus objetivos, amó entrañablemente su terruño. Entre los testimonios salientes cabe destacar el libro denominado “Medallas de Pehuajó y otros aportes numismáticos, históricos y culturales vinculados con el tema”, que sintetiza la historia lugareña en todos sus aspectos a través de 110 medallas conmemorativas.
A propósito de la colección reunida, hace 3 años dijo a “Mirá”: “Las recolecté conversando con la gente. Algunos tenían unas cosas, otros, otra; y así fui acopiando las medallas”.
“Estoy contento conmigo mismo”, sostenía don Tomás, con un gesto de placer y una sonrisa a flor de labios. Fue un hacedor de la cultura con mayúsculas. La obra concebida es motivo de legítimo orgullo. Estará siempre latente y quiera Dios se conserve en las escuelas del distrito, porque como lo hizo Rafael Hernández con su libro “Pehuajó, Nomenclatura de sus calles”, Recarte también entregó ejemplares de sus obras a cada establecimiento educativo, ámbito donde de la niñez comienza a conocer e identificarse con el sentido pertenencia.
Adherimos al dolor de familiares y amigos ante su partida, al tiempo que complace documentar en estas modestas páginas el homenaje a su obra y su memoria.
