Desde el 5 de septiembre, Pehuajó tiene un nuevo rincón futbolero. Un lugar especial. Un sueño cumplido. Con la participación de Ricardo Bochini y referentes del deporte local, se realizó la primera Clínica de Fútbol Infantil “El Ciego De Antón” y quedó oficialmente inaugurada una escuelita formativa en el predio La Palmera, ubicado sobre calle Juana Manso a metros de las vías del ferrocarril.
Fue un encuentro de fútbol que unió a varias generaciones para concientizar sobre un adecuado accionar en la etapa de iniciación deportiva, y que también sirvió para homenajear a uno de los mejores futbolistas que nos regaló el deporte local, el gran defensor Juan Emilio De Antón, al cumplirse un año de su fallecimiento.
El Ciego nació en suelo pehuajense en marzo de 1949. A lo largo de su trayectoria deportiva dejó grabado su nombre en cada campo de juego que le tocó jugar como zaguero central. Debutó en Deportivo Argentino con apenas 15 años y una temporada después consiguió con la casaca azul su primer título en la Liga Pehuajense de Fútbol. Siendo un pibe, ya era considerado uno de los mejores centrales de la zona por su complemento en liderazgo pero sobre todo por salir jugando gambeteando delanteros.
Sus excelentes actuaciones lo catapultaron al fútbol grande de Argentina. Fue Racing Club de Avellaneda quien no tardó en poner los ojos en el pehuajense. En el conjunto blanquiceleste estuvo un año, formando parte del recordado "Equipo de José" campéon del mundo, que tenía dos centrales históricos: Roberto Perfumo y Alfio "Coco" Basile. Tras esa experiencia, fue cedido a préstamo al club Los Andes de Lomas de Zamora donde se nutrió de experiencia en competiciones de la Asociación del Fútbol Argentino, hasta que por problemas personales retornó al fútbol chacarero donde defendió los colores de Atlético de Mones Cazón, la Selección de Tres Lomas, entre otros equipos zonales.
También fue artífice fundamental de la selección pehuajense que brilló en la región durante la década del 70. Juan Emilio no sólo fue figura del equipo sino que fue el gran capitán a lo largo de la excelente campaña, en la que accedieron a la final del Nacional perdiendo el partido decisivo contra el combinado de Bahía Blanca. Al final de su carrera, El Ciego volvió a vestir los colores azules de Deportivo Argentino y se retiró como futbolista profesional en 1984 en Sarmiento. Tras su retiro se desempeñó como entrenador del juvenil pehuajense y participó en varios equipos zonales de fútbol senior.
Ahora Pehuajó lo recordará por siempre. Su nombre será eterno y su sueño se hizo realidad. La nueva escuelita de fútbol infantil funcionará en el predio "La Palmera", en canchas que el propio De Antón había creado para que chicos carenciados pudieran aprender profesionalmente del deporte que tanto amó.
La clínica de fútbol, apadrinada por Ricardo "Bocha" Bochini, reclutará y formará a jóvenes promesas del oeste de la provincia de Buenos Aires y tendrá como objetivo formar chicos desde su etapa infantil para que puedan arrancar su carrera con una sola premisa: divertirse jugando a la pelota.
"Mi padre trabajó mucho en el predio y se merecía un homenaje de esta magnitud con gente que vive el fútbol como él lo sentía. Contar con un padrino como el "Bocha" es un verdadero lujo. Ahora a trabajar en los pasos a seguir y objetivos que se vienen", destacó Juan Emilio de Antón, hijo del homenajeado y organizador del evento que se realizó en el predio "La Palmera".
A la apertura de la escuela, asistieron jugadores pre-seleccionados de diferentes clubes regionales sub 10 y sub 11, que junto a padres y profesores, tuvieron la posibilidad de nutrirse de valiosas charlas con exentrenadores, árbitros y referentes del ambiente futbolero a fin de mejorar temas de importancia para el crecimiento de los niños.
¿QUIÉN FUE JUAN EMILIO DE ANTÓN?
UN JUGADORAZO
“Durante algún tiempo dirigí las inferiores del club. Ahí vi a De Antón y lo hice subir de sexta a primera. Un jugador muy importante en la historia de Deportivo, un jugadorazo. Sucede que Deportivo había traído un jugador de afuera y en un partido no pudo venir. Entonces Hugo Biafore, que dirigía la primera, me lo vino a pedir. Desde ese día, no salió más del equipo de primera”.
Aníbal Villarreal, entrenador de De Antón en las inferiores de Deportivo Argentino.
UN LUJO
“Excelente zaguero central con buena capacidad de marca, firmeza y ubicación. Tiempista para el salto en el cabezazo, especialmente defensivo, buen dominio de su territorio y una particular eficacia en el mano a mano. Dotado de un importante bagaje técnico como para la salida clara y criteriosa. Se distinguió también por su capacidad para colaborar en el armado de la jugada desde el medio campo con un notable desdoblamiento para pasar de defensor a atacante de base. Un lujo. Esa es quizá la palabra que más se podría ajustar a su presencia en el campo de juego”.
Roberto Rodríguez, escritor y periodista. Fragmento del artículo “Adiós, Capitán”, publicado en Diario Noticias, en septiembre de 2014.
PINTOR, POETA Y CANTOR
“El pintor efectúa pinceladas, el poeta realiza poemas y el cantor interpreta las filigranas de una melodía. Que mezcla rara para tratar de definir a un gran exponente del fútbol. Juan Emilio De Antón, “El Ciego”, fue un pintor porque en la cancha nos dejó las pinceladas de su gran juego, enmarcadas en verdaderos poemas en su tratamiento a la “caprichosa”, desplegando las más vistosas filigranas sobre el terreno.
Qué lindo que es el fulbo’, pibe. / Vea, sienta y disfrute a partir de este momento, este partido de fútbol. / Suena el silbato, comienza el partido. Recuerde esto es solo un partido de fútbol. Son estos algunos de los tantos slogans que mencionan periodistas deportivos a través de los medios masivos de comunicación. Entre estos, sin desmerecer los muchos otros que hay, está sintetizado el fútbol que interpretó y desplegó De Antón. Un jugador excepcional, pero por sobre todas las cosas una muy buena persona”.
José Piolín, redactor de fútbol en semanario Realidad y diario “La Voz del Oeste”.
UN DEFENSOR ATREVIDO
“Juan Emilio De Antón, Capitán de la Selección de Pehuajó. Fue un enorme placer jugar con él. Era un jugador muy técnico, de una enorme destreza para jugar. Rara vez le pegaba para arriba, de muy buen juego aéreo. Pero por sobre todas estas virtudes, fue una excelente persona con mucha llegada a sus compañeros.
Recuerdo un partido en cancha de Boca que estaba de último hombre y lo apretó un delantero rival. Más de uno, y me incluyo, pensamos "la saca por el lateral", pero la pisó y le metió un tremendo caño y salió jugando hacia la mitad de la cancha. Ese era Juan. un atrevido jugando de defensor. Siempre lo recordaré y estaré agradecido al fútbol por haber podido compartir esa selección”.
Jorge Erramouspe, arquero del seleccionado pehuajense y compañero de De Antón en 1975, 1976 y 1977.
PUREZA, RECTITUD Y AMISTAD
“El lugar elegido para la escuela de futbol, es el predio cercano al parque. Era una de las ideas que él tenía. Sintetizó al recordado “Ciego De Antón”, como lo dije en el acto inaugural de la escuelita, en tres virtudes: pureza, rectitud y amistad, es decir amalgamar amigos y que estén siempre unidos. Y como futbolista, está todo dicho”.
Jorge Vitángeli, ex futbolista.
Por siempre en el corazón futbolero
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sábado, septiembre 26, 2015
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