Pehuajó en sus inicios tuvo un destacamento de Guardias Nacionales, formando parte de los grupos de civiles enrolados y armados voluntariamente como cuerpos auxiliares del ejército, que fueron constituidos en cada una de las Provincias de la Confederación Argentina.
Estas guardias eran convocadas y movilizadas, eventualmente, en defensa de las instituciones públicas en los casos extremos de conmoción interna o peligro de invasión indígena.
Durante los años 1897 y 1898 era comandante de las Guardias Nacionales en Pehuajó, don Belisario Arana, vecino radicado en la estancia “Los Tapires” en la zona limítrofe con la localidad de Caseros, hoy Daireaux.
Don Fortunato Rafasquino se desempeñaba como Mayor y el recordado periodista Sotero Barrientos se desempeñó como teniente de las Guardias. Solía recordar, detalles de los ejercicios y la instrucción que realizaban en la plaza principal de la ciudad, los días domingos.
Carecían de cuartel y los ejercicios de instrucción, en la plaza del pueblo, eran un espectáculo esperado por grandes y chicos, a los que se infundía el amor por la patria.
Los gastos de movilización y los uniformes eran sufragados por la Municipalidad, según constató en su momento el historiador Raúl Hansen, citando comprobantes de pago por 230 pesos al Sr. Manuel Aramburu.
Los guardianes nacionales pehuajenses, tenían una bandera como distintivo de la organización. Una de esas banderas, aún se conserva en el Museo Regional de Pehuajó “Rafael Hernández”.
Usaban sables, muchos de los cuales durante años conservaron muchas familias, como recuerdo y testimonio de aquellas Guardias Nacionales.
Se recuerda, que en 1890, se registró una movilización de los guardias nacionales con comandancia en Pehuajó, a raíz de los acontecimientos provocados por la revolución de ese año, cuyo epicentro fue Buenos Aires.
Fuente: “Historia de Pehuajó”, Raúl A. Hansen