Creció en una cancha de bochas. Sus excelentes presentaciones en el ámbito local, la catapultaron en los torneos más importantes del país. Consiguió cuatro campeonatos argentinos y uno sudamericano. Carolina Moldovián (34) continúa en el máximo nivel nacional y se siente orgullosa por haber sido ternada para el Olimpia de Plata y elegida como Deportista del Año de Pehuajó en 2007. El pasado, el presente y el futuro de una de las mejores bochistas de Argentina.
Carolina comenzó a jugar a las bochas en la cancha del club Juventud Unida de Pehuajó. Allí sobre calle Cané, y con sólo nueve años, la consagrada deportista arrancaba una historia repleta de éxitos. La cancha era de su abuelo Pedro Moldovian y quedaba frente a su casa. Por aquellos años, significaba un espacio de atracción para muchos vecinos. Se trataba de un ámbito deportivo muy visitado y Carolina no se permitió quedar afuera del mundo bochófilo.
“Como todo chico iba a jugar. Empecé a aprender, a meterme a la cancha, de prepo, porque él no me dejaba. Pero como todo chico, caprichosa, entraba igual a jugar”, recuerda la pehuajense.
Tras tirar sus primeros bochazos en la cancha de Don Moldovian, Carolina participó de un torneo en el club Defensores del Este, impulsada por su papá Jorge. Luego del campeonato se federó para Peña El Potrillo y más adelante, representó a San Martín y Deportivo Argentino.
LA PARTIDA DE SU TIERRA NATAL
Los éxitos en diferentes competiciones locales y regionales le abrieron las puertas para participar en competiciones de mayor nivel, por lo que debió trasladarse a la localidad bonaerense de Olavarría donde defendió los colores de Estudiantes.
“Estaba federada en Pehuajó pero por ahí no tenía la competencia necesaria o compañeras del mismo nivel como para competirle a otras que tienen ese nivel, un nivel muy alto. Fue en 2005 cuando me fui a Olavarría, tuve la suerte de jugar con bochistas de excelentes nivel que me permitió llegar a salir campeona argentina en terceto en 2005, 2006 y 2007”, comenta Carolina.
El tricampeonato argentino permitió la llegada de la pehuajense a la selección nacional con la que logró el campeonato sudamericano en los Juegos Odesur. En el 2007, fue ternada al Olimpia de Plata y subcampeona argentina individual.
En 2008, y por una cuestión de conveniencia deportiva, la bochófila de Pehuajó pasó a competir para la Asociación de Bochas Ciudad de Mar del Plata. Luego de dos años, Carolina consiguió su objetivo más alto: “en el 2010, salí campeona argentina individual. Eso fue el tope máximo para mí porque era el logro máximo que quería”
“AMO JUGAR A LAS BOCHAS”
Carolina entrena en Pehuajó y cuando tiene obligaciones importantes, ya sean zonales, provinciales o argentinos, debe viajar a La Feliz. En la actualidad, junto a sus compañeras, es una las preseleccionadas en el combinado que representa a la provincia de Buenos Aires.
“Días antes de los torneos, entreno todos los días y juego uno o dos partidos. La confianza y el juego te lo da el entrenamiento. También salgo a correr para estar bien físicamente para tirar bochazos, porque no es tan fácil tirar, necesitás estar bien físicamente”, explica la pehuajense.
La nieta de Don Pedro no puede esconder su amor por el deporte que la llevó al reconocimiento sudamericano. “Me encanta, disfruto jugar a las bochas. Amo jugar a las bochas, es una cosa que la llevo muy adentro, pero por ahí hay gente que le cuesta, inclusive en Pehuajó, por lo general, no les interesa las bochas y llegar a estar ternada para un Olimpia para mí fue un orgullo. Salir Deportista del Año en Pehuajó fue muy grato, muy emocionante”, considera la representante bonaerense en torneos nacionales.
Al transmitir su amor por las bochas, Carolina se permite narrar una anécdota que tuvo como protagonistas a sus padres: “A mi mamá nunca le gustó que jugara a las bochas, pero cuando empecé a ganar, cuando la gente la empezó a felicitar, ahí fue como que ella empezó a aceptarlo. A mi viejo le encantaba. Un día fue a verme a un campeonato a Estudiantes y vio que estaba jugando con los varones, veía como bochaba a la par de los varones, pegaba y pegaba, y mi viejo me gritaba. Fue a mi casa y le dijo a mi mamá que no podía creer lo que “tiraba la Caro”. Para mí era una cosa normal, para él era algo raro. No es de irme a ver mucho, tiene pocas posibilidades porque no juego acá”.
Moldovián, en uno de sus entrenamientos en el club Estudiantes Unidos. |
EL MUNDO BOCHÓFILO
La tetracampeona argentina asegura que no existe edad para incorporarse al deporte: “por ahí no tenés el alto rendimiento que tenés cuando sos más chica porque ahora tengo todo; tengo la experiencia, los años, y el estado físico para hacerlo que influye mucho”.
Con respecto al circuito femenino de bochas, la pehuajense afirma que a nivel nacional “es bastante competitivo, mucho más de lo que se imagina, porque mucha gente me dice “¡jugás a las bochas!” pero realmente hay muchas chicas, jóvenes, menores que yo, hay chicas de 16, 17, 20 años que les gusta y juegan”.
El análisis de Carolina también involucró a su ciudad. Si bien destaca, y al mismo tiempo, se sorprende por la cantidad de nuevos jugadores, expresa que “acá –en Pehuajó- no hay renovación, acá ya no hay asociación pero no sé el por qué. A los clubes las canchas de bochas no los reditúa, predomina el fútbol, básquet…”.
También resaltó la imposibilidad de no poder entrenar en una cancha con las condiciones específicas para su preparación profesional: “por ahí no tenés el apoyo necesario del municipio, podrían hacer una cancha sintética. Yo salí campeona argentina individual en sintético y yo no juego en sintético, acá hay una y está rota. No la arreglan y yo he pedido, pero por ahí no les interesa. Hay mucho egoísmo por parte de gente que no les interesa ese tipo de canchas porque se adaptan mucho a la cancha de tierra. Y la diferencia entre una cancha y la otra es abismal. Son el día y la noche. Es otro juego, en sintético corre mucho más la bocha, en tierra la dominás. Entreno todo en tierra y compito en sintética”.
LA ACTUALIDAD DE MOLDOVIÁN
A fines de 2012, Carolina recibió el Premio Lobo de Mar que otorga el Círculo de Periodistas Deportivo de Mar del Plata, tras ser elegida como la mejor jugadora de bochas del distrito marplatense. Pero la pehuajense quier más triunfos. Continúa entrenándose en busca de más éxitos con la asociación bochófila de la localidad costera.
“Juego con chicas que son muy buenas compañeras, juegan realmente muy bien, tenemos posibilidad de ganar en todo, aunque también está la posibilidad de perder también, pero tenemos equipo competitivo, y a parte nos llevamos bien fuera y dentro de la cancha, nos divertimos, la pasamos bien, disfrutamos los momentos. Tenemos un director técnico (Raúl Alberto Esnal) que nos dice qué tenemos que hacer”, comenta.
Su gusto por bochar, por sobre el arrime al bochín, no le permitirá continuar su carrera por muchos años. “A mí me gusta bochar y entonces no me veo en diez años haciendo esto. Hay mujeres que tiran pero a mí me limitaría no tirarla lejos, estoy jugando con un varón y no me gusta que me den ventaja ni yo darle a él, quiero ganarle, entonces cuando no pueda… Me esfuerzo en todo, cuando algo me sale mal trato de mejorarlo, soy muy competitiva en juego de bochas. Cuando tenga la posibilidad de tener un hijo seguramente voy a parar. Es un juego que te lleva bastante tiempo porque es un deporte de precisión.”
PING PONG
¿Un deseo?: “tener salud por el resto de mi vida”.
¿Un recuerdo?: “mis abuelos, guardo los más gratos recuerdos de ellos”.
¿Un reproche?: “no tengo”.
¿Una gratitud?: “haber sido ternada al Olimpia”.¿Una ingratitud?: “que Pehuajó no esté federado y no poder jugar representando a mi ciudad”.
¿Un amigo/a?: “Raúl Esnal y Leticia Cornejo”.
¿Un hobby?: “salir a correr o a caminar. Me encanta”.
¿Una esperanza?: “poder jugar un mundial de bochas”.
¿Un amor?: “Mi pareja, Pablo Paglione”.
¿Una alegría?: “cuando salí campeona argentina individual de bochas”.
¿Pehuajó?: “mi ciudad. Amo a mi pueblo”.
¿Las bochas?: “mi deporte favorito, con el cual tengo la suerte de jugar, divertirme, y aparte viajar y hacer muchos amigos”.
¿Carolina Moldovian?: “no puedo hablar de mí. Se las dejo a ustedes a esta pregunta”.