En la anterior edición de Mirá, explicamos la utilización de tres términos que siempre crean confusión: haya, allá y halla. En esta ocasión, intentaremos eliminar dudas respecto a otras tres palabras que utilizamos a diario para comunicarnos por escrito.
Para despejar incertidumbres, comenzaremos por compartir una simple oración donde utilizamos los tres términos:
“Ahí hay un hombre que dice ¡ay!”...
En la frase citada, observamos de qué manera se debe colocar cada una de las palabras de la presente columna de Nuestra Lengua. A continuación, y para entender mejor el uso de cada término, detallaremos qué significan y de dónde derivan.
Ahí es un adverbio que indica “en qué lugar”. Compartimos la definición de la Real Academia Española:
- En ese lugar, o a ese lugar. Ejemplo: Ahí, en la mesa.
- En esto, o en eso. Ejemplo: Ahí está la dificultad.
- Esto o eso. Ejemplos: DE ahí se deduce. POR ahí puede conocerse la verdad.
- Por lugares no lejanos. Ejemplo: Me voy por ahí un rato.
- Por lugares indeterminados. Ejemplo: Andan por ahí diciendo insensateces.
Hay es del verbo ‘haber’ y posee el significado de ‘tener’.
Ejemplos: “Hay pan” - “Es todo lo que hay”
Ay es una interjección que representa diversos estados de ánimo, generalmente de dolor, y que suele ir entre exclamaciones. Según RAE, se utiliza “para expresar muchos y muy diversos movimientos del ánimo, y más ordinariamente aflicción o dolor”.
Ejemplos: “¡Ay, qué alegría!”
“¡Ay, me caí!”
También, cuando aparece “seguida de la partícula de y un nombre o pronombre, denota pena, temor, conmiseración o amenaza”.
Ejemplos: ¡Ay de mí! ¡Ay del que me ofenda!
Por último, puede denotar “suspiro, quejido”.
Ejemplo: Estar en un ay
Hasta aquí, una solución a un problema frecuente en nuestros escritos, y más aún, en las redes sociales.
Para finalizar, te decimos algo para que lo recuerdes en todo momento:
Ahy y ai, no existen. Y cuando escuches decir “porai”, diles que lo correcto es decir “por ahí”.