“Acérquense a Dios… y él se acercará a vosotros. Encontramos esta referencia bíblica en la Epístola de Santiago capítulo 4, verso 8 de la versión “Dios habla hoy”.
El estar cerca de Dios, debe ser una de las prioridades del discípulo cristiano. A veces, Dios parece estar tan lejos de nosotros, de nuestras experiencias, que nos sentimos como flotando en un vacío espiritual.
El apóstol Santiago nos sacude de esta condición y nos dice que debemos tomar la iniciativa. Santiago 4: 8 a) nos recuerda: “acérquense a Dios” y la respuesta natural de esa actitud fundamental, es que “Dios se acercará a nosotros”. Santiago 4:8 b)Aquí continuaremos un detalle de sugerencias que debemos efectuar para acercarnos a Dios y para que Dios se acerque a nosotros. Entonces la pregunta básica inicial es aquí la siguiente: ¿Cómo debo acercarme a Dios? En primer lugar, debes hacerlo por medio de la práctica de la oración: hablar con Dios con toda espontaneidad confiándole tu condición. En segundo término debes buscar en Su Palabra (el estudio de la Biblia) las normas para tu vida renovada. Luego debes tratar de observar la llamada “hora quieta” de la meditación diaria. Posteriormente, respetando el día domingo de reposo y adoración a Dios.
También participando activamente en la adoración en el templo y en el servicio de la iglesia. Finalmente, viviendo la experiencia y testimonio cristiano, a diario, para que el “mundo crea”.
En segundo término pregunto ¿Qué promesas me alimentan si cumplo con la condición de “acercarme a Dios”? En primer lugar tendrás una insuperable experiencia de “sentir” Su presencia en tu vida. Luego, experimentarás la bendición de la comunión de Dios que es gratificante. También tienes asegurada la promesa de que “aquellos que confían en el Señor, tendrán nuevas fuerzas, levantarán las alas como las águilas, caminarán y no se fatigaran”, como dice el Profeta Isaias 40:31.
Dios sabe de nuestras necesidades y cada uno de nosotros, en forma individual, como sus urgencias de vida. Iniciemos hoy mismo, el sendero para acercarnos a Dios, como ha sido sugerido y tengamos la seguridad de que Dios inmediatamente se acercará a nosotros, colmándonos de las bendiciones que nos son necesarias para vivir cada día más cerca del Señor.
por Raúl García
Iglesia Evangélica Menonita